El acuartelamiento de la policía llegó a Mar del Plata, y la ciudad vivió más de
24 horas donde hubo saqueos, robos, destrozos de locales y comercios, debido a
la ausencia de efectivos policiales en las calles, en protesta por un aumento
salarial.
Las
vísperas de las fiestas de fin de año no llegaron con paz y felicidad, por lo
contrario, en muchas provincias se desató una situación caótica que preocupó a
los ciudadanos, logrando que las calles se conviertan en tierra de nadie.
El
comienzo fue en Córdoba, el 4 de diciembre, cuando la policía de la provincia
tomó la decisión de acuartelarse con el objetivo de conseguir una mejora en su
sueldo. Al tener la vía libre, una gran cantidad de personas se organizó
(incluso se convocó a través de redes sociales) para salir a saquear comercios
y arrasar con todo lo que estuviera a su alcance. La situación allí alertó al
país, e inmediatamente comenzaron a realizarse en los medios y sociedad
comparaciones con los saqueos del 2001, una de las imágenes más tristes de la historia
Argentina. Sin embargo hubo una gran diferencia con lo sucedido hace 12 años, y
es que esta vez lo que menos se hurtó fueron alimentos para subsistir, sino que
los que más sufrieron fueron los comercios de electrodomésticos, ropa deportiva
y joyerías.
La
gobernación llegó a un acuerdo con los efectivos, estirando su salario básico
hasta $8000, por lo que volvieron a cumplir su labor luego de casi cuarenta
horas de acuartelamiento. Durante ese tiempo al menos mil comercios sufrieron
robos y daños según el titular de la
Cámara de Comercio de Córdoba, Horacio Busso, además hubo dos
muertos y cientos de personas resultaron heridas, en su mayoría con heridas de
bala.
El
efecto dominó no tardó en llegar, y los acuartelamientos comenzaron a llegar a
distintas provincias y ciudades del país, entre ellas estuvo Mar del Plata.
En “La
feliz” los primeros en tomar esa medida fueron los policías de caballería
durante la tarde del domingo 8, pero para la noche se sumaron los efectivos de
otras comisarías y comenzaron los rumores de posibles saqueos. En la madrugada
del lunes, cientos de personas aprovecharon la noticia y forzaron negocios para
llevarse la mercadería. En la peatonal San Martín, dos locales deportivos
fueron atacados salvajemente, entre otros locales.
Los
comercios ubicados en las zonas de Fortunato de la Plaza , Constitución y Luro
al 10000 fueron los más perjudicados, entre otros barrios de la periferia de la
ciudad.
Supermercado en Vértiz y Peralta Ramos |
Ante
los actos que se vivieron, el Intendente del Partido General Pueyrredón, GustavoPulti, realizó una conferencia donde le solicitó a las personas que se
mantuvieran en sus casas y que no abrieran los negocios hasta que no se
normalice todo. La ciudad se transformó en un pueblo fantasma. Los bingos y el
Casino Central cerraron sus puertas al igual que las estaciones de servicio y
los bancos, además de que hubo disminución en los servicios de transporte.
Algunos comercios se arriesgaron a abrir con normalidad, otros prefirieron
trabajar media jornada y atender al público detrás de rejas o con seguridad
privada, y la mayoría de los comercios optó por permanecer cerrados para
resguardar su mercadería.
Por la
noche del lunes, luego de largas horas de reunión, el jefe de la Bonaerense , comisario
Hugo Matzkin informó que “el servicio fue normalizado” luego de llegar a un
acuerdo que decretó un aumento de sueldo básico a $8570, el cual podría tener
un aumento en febrero de 2014.
Las más
de 24 horas de acuartelamiento en la ciudad dejaron un saldo de 72
detenidos, 70 locales afectados por
saqueos y destrucción (la mayoría de los daños incluyeron rotura de persianas y
vidrios, además de la mercadería hurtada), y más de 800 llamados a los números
de emergencia (103 y 911) para informar por robos o saqueos.
La
lista de afectados por los saqueos en el país se estiró en otras provincias
como Chaco, Tierra del Fuego, Mendoza, Chubut, Tucumán, San Luis, Salta, y más.
En un
escenario que generó tantos caos, solamente cuatro provincias quedaron afuera
de las protestas policiales y la generación de conflictos y disturbios en las
calles: Santa Cruz, Capital Federal, Formosa y Santiago del Estero. En los
últimos dos se registraron reclamos aislados, sin embargo no tuvieron impacto
en las gestiones locales.